Chichén Itzá enmarca ceremonia de agradecimiento a la Madre Tierra 

Por Martha López Huan

Semillas de cacao, maíz y calabaza; flores, frutas, pétalos, dos pequeñas ceibas, el sonar del caracol  y un caparazón de tortuga en medio de la ofrenda que simboliza el ombligo del mundo fueron los principales elementos de la ceremonia ancestral que se realizó en la zona arqueológica de Chichén Itzá para dar gracias a la Madre Tierra por sus bondades.

«La Tierra es sagrada, como nuestros ancestros, es el polvo que nos alimenta el cuerpo, el alma y el espíritu, por eso debemos agradecer todos los días, no sólo hoy», fijo la sacerdotisa maya Brenda Campos Viana.

La guardiana de fuego, quien encabezó el evento en el marco del Día Mundial de la Tierra que se celebra cada 22 de abril y para pedir permiso «para que en la Cumbre Mundial de Medio Ambiente S.O.S. Tierra que se realizará en Mérida el 5 de junio próximo, todo salga bonito», desgranó bondades y los múltiples beneficios que surgen de la Tierra.

Ante representantes de S.O.S. Tierra, Cosmo Maya, la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Yucatán, el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya, la organización Carta de la Tierra en México y otros ambientalistas del mundo, agradeció desde los cuatro puntos cardinales para que haya armonía familiar, «y comprendan que somos uno solo».

La ceremonia que se realizó en la parte de atrás del Juego de Pelota fue mágico y enmarcado por los enormes árboles del lugar que abrazaron con armonía a los participantes, entre ellos dos niños mayas y dos integrantes de los Scouts.

Uno de los invitados a la ceremonia, Mateo Alfredo Castillo Ceja, representante de la iniciativa internacional de la Carta de la Tierra en México y miembro del Consejo de las Sabidurías de los pueblos del mundo, hizo un llamado a la unidad, «a recordar quiénes somos para lograr la armonía del Planeta».

«Nos encontramos en una crisis social, económica, política, ambiental, cultural y espiritual derivado de cómo hacemos las cosas y cómo nos tratamos», explicó  y su mirada se dirigió al Castillo de Chichén Itzá, famoso legado de la cultura maya en el Sureste.

Para contrarrestar los problemas social, económico y ambiental, reiteró el llamado que se hace desde las Naciones Unidas, celebrando la cosmogonía de los pueblos indígenas que desde el 2009 reconoce a la Tierra como la Madre Tierra, dadora de vida.

A su vez, Ernesto Kuri González, presidente de la organización Cosmo maya, manifestó que el objetivo es hacer un llamado al mundo para frenar con urgencia la amenaza ambiental que sufre el planeta.

Desde Yucatán hizo el llamado a unirse para revertir el daño al medio ambiente para que las nuevas generaciones de México un entorno saludable y lleno de armonía.

Juan Carlos Martínez Rivera, de la organización S.O.S Tierra, admitió que la tierra ha sido muy maltratada por los humanos, «por eso será relevante la Cumbre Internacional del Medio Ambiente que se realizará en Mérida, Yucatán, el 5 de junio próximo, ya que se buscarán alternativas y soluciones al problema ambiental que vive el mundo.

El subdirector de Desarrollo y Organización del Indemaya, en su intervención comentó que desde el Gobierno de Yucatán se realizan acciones encaminadas a revertir el daño al medio ambiente, sobre todo en comunidades mayas.

La ceremonia maya fue un éxito, aseguraron los ambientalistas, «porque Ki’in estuvo presente con sus potentes rayos del Sol».