Península

INAH devuelve esplendor a la Cruz Verde de la Capilla de Pisté   

Colorida procesión que sale del Campamento arqueológico de Chichén Itzá a la plaza central del poblado, donde organizan una vaquería que cautiva a turistas

Por Martha López Huan 

«Que viva mi Cristo, que viva mi Rey, que impere doquiera triunfante su Ley. Viva Cristo Rey, viva Cristo Rey», tocaban los acordes de la charanga, mientras el sonido impregnaba los rincones de la zona arqueológica de Chichén, de donde salió un contingente religioso.

La procesión, que encabezaba el director de la zona arqueológica, Marco Antonio Santos Ramírez; el delegado del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, y la alcaldesa de Pisté, Alicia Góngora Mejía, trasladaba un cargamento especial: la Cruz Verde de madera policromada que data del Siglo XVIII que restauró la especialista del INAH Yucatán, Natalia Hernández y otra investigadora para devolver a la Capilla de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción

«El proceso de conservación se basó en la estabilidad de la capa pictórica, que tiene iconográficamente la representación de la pasión de Cristo, ahora el pueblo vuelve a tener su Cruz en buen estado para continuar con su culto», explicó la restauradora a las puertas de la Capilla.

Por su parte, el director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, se mostró contento, «porque con esta procesión el pueblo de Pisté volverá a tener su Cruz y regresa a sus tradiciones «.

A su lado se encontraba la alcaldesa de Pisté, comisaría de Tinum, Yucatán, a quien comentó: «Lo logramos», mientras dirigía su miraba a la enorme Cruz que bajaban de una camioneta blanca que durante el recorrido estuvo custodiada por una docena de taxistas de Pisté que participaron en la procesión con su Santa Patrona: la Virgen de Guadalupe.

«La Cruz Verde para el pueblo maya es muy importante, ya que el color en las cruces estuvo relacionado con la Guerra de Castas, fue como un símbolo para los mayas y sus movimientos rebeldes contra el sometimiento de los hacendados, criollos y españoles en 1847», explicó el arqueólogo Marco Antonio.

Alrededor, varios habitantes tampoco ocultaron su júbilo: «Siempre que hacíamos fiestas, la procesión salía de la zona arqueológica y terminaba aquí en esta plaza con la vaquería, así que este evento significa que ya regresaron la Santa Cruz y las tradiciones al pueblo».

El delegado del INAH en Yucatán, Arturo Chab Cárdenas, abundó sobre la importancia de la restauración de la Cruz Verde, «no sólo como un elemento cultural, sino por su significado, connotación religiosa, vinculación con la localidad y diversos hechos que se relacionan con la Guerra de Castas».

Recordó que en 2021, durante los trabajos de restauración de la Capilla de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, ubicada en el centro de Pisté, los arqueólogos del INAH hallaron un cuartel militar.

«Esta plaza está asociada a un destacamento militar que estuvo en el Siglo XIX y principios del XX, como parte de un programa de pacificación en esta zona de Yucatán», agregó.

«Ahora, la restauración y entrega de la Cruz Verde permite reforzar lazos entre el INAH y el pueblo, es como un símbolo de paz de la Guerra de Castas que comenzó en julio de 1847 y terminó en 1901», manifestó el nuevo delegado.

La entrega de la Cruz enmarca los 175 años de la Guerra de Castas o movimiento rebelde de los indígenas de la Península de Yucatán y actualmente simboliza la pacificación de los antiguos habitantes del pueblo maya.

El traslado de la Cruz, desde el Campamento arqueológico de Chichén Itzá hasta el centro de Pisté, fue un espectáculo más para los turistas que captaban con las cámaras de su celulares la colorida procesión que iba al ritmo del tema religioso Qué viva mi Cristo, qué viva mi Rey.

El arzobispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Yucatán, monseñor Pedro Mena Díaz, participó al inicio de la procesión para bendecir el símbolo religioso, cuyo color verde también significa vida y se toma de la ceiba (Yaxché), el árbol sagrado de los mayas.

Tan importante es la ceiba que los participantes sembraron un árbol en la plaza central de Pisté, como muestra del sincretismo del pueblo maya.

En ese marco, la alcaldesa de Tinum, Alicia Góngora Mejía, dio una buena noticia: «en los próximos días la capilla será un museo comunitario para la recuperar de la memoria histórica de Pisté y su patrimonio cultural».

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