Concluye bloqueo a Chichén Itzá
Visitantes de Europa, México y Latinoamérica pudieron ingresar a la zona arqueológica, una de las Siete Maravillas del Mundo, después de que ejidatarios de la región mantuvieron cerrados los accesos
Por Martha López Huan
Chichén Itzá, uno de los sitios arqueológicos más importantes de México y la cultura maya, reabrió este jueves sus puertas al turismo nacional y mundial después de 10 días a causa de un conflicto entre indígenas mayas y funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
«Al corte de las 13 horas, el número de visitantes ascendió a 3,120, principalmente extranjeros», informó el titular del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, quien para el cierre calculó más 5,000.
La cifra final fue de 5,911 visitantes.
Desde el 2 de enero pasado, habitantes de Pisté, Xcalakoop y San Felipe Nuevo bloquearon con piedras, sogas, troncos y pancartas las principales vías de acceso a la milenaria ciudad, pidiendo la destitución del director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez.
Después de 10 días, los indígenas mayas levantaron el bloqueo, pero su demanda principal no fue considerada, ya que el director del sitio sigue despachando en su oficina.
De hecho, Santos Ramírez también confirmó el número de visitantes al corte de las 13 horas: «Entraron más de 3.000 turistas» que primero llegaron al Sacbé principal (Camino blanco) y después recorrieron otros sitios de Chichén Itzá, descubierta en 1985 por el arqueólogo francés Augustus Le Plongeon.
«Chichén Itzá es el ícono de México en el mundo», dijo el investigador del INAH, quien aseguró que lo ratificaron como director de la zona arqueológica por autoridades federales.
Sin embargo, los indígenas mayas aseguran que no quitarán el dedo del renglón, «seguimos en las mesas de diálogo», dijo el mediador Arturo Ciau Puc.
CAUTIVOS POR LA MAJESTUOSIDAD DE CHICHEN ITZA
La zona arqueológica de Chichén Itzá Patrimonio de la Humanidad desde 1988 por la Unesco, lució limpia, con un aire mágico, ya que en el ambiente se podía escuchar con claridad el canto de las aves y palabras de admiración de los visitantes por los enormes edificios que legaron los mayas, que dominaron varias ciencias, como la Astronomía y Matemáticas.
La mirada de los turistas procedentes de Europa, Latinoamérica y México no ocultó la admiración por la majestuosidad del Castillo de Kukulcán, El Templo de los Guerreros o el Juego de Pelota, uno de los más grandes de Mesoamérica, donde se asentaron los habitantes de esa civilización que inventó el cero.
Los mayas también inventaron el observatorio y gracias a su calendario, predijeron con exactitud el movimiento del Sol y los ciclos de la Luna.
Por su parte, el custodio del INAH José Antonio Keb Cetina, quien siguió laborando durante los días de conflicto junto con su compañero José Burgos Fuentes durante el turno nocturno, dijo que la atracción principal de Chichén Itzá es el Castillo, «que es una de las nueve siete maravillas del mundo moderno».
«Los visitantes también quedaron cautivos con las construcciones de El Observatorio, La Casa Colorada, cuya decoración es bella por los mascarones de Chaac; La Iglesia, el Cenote Sagrado y el cenote Xtolok», contó.
Reveló que durante el tiempo que el sitio arqueológico estuvo cerrado vieron diversas especies, como «aves de bello plumaje, tejones, pavos de monte y hasta un puma».
«Parecía que los animales no tenían miedo de entrar a la zona arqueológica, sucedió igual que cuando estaba en su apogeo el Covid-19 y el sitio estaba cerrado al público», agregó.
Chichén Itzá, que en lengua maya significa «Boca del pozo de los Itzáes», registró su apogeo en el período Clásico Terminal (900 a 1,200 d.C.)
