A 176 años de la Guerra de Castas, los mayas conservan sus tradiciones

Por Martha López Huan

Los habitantes de Tihosuco, Sacalaca, Sabán, Tepich, Kancabchén y otros sitios de Quintana Roo, así como en Chichimilá, Yucatán, donde se registró la Guerra de Castas celebran con diversas actividades el movimiento social maya que comentó en julio de 1847 y terminó en 1901 cobrando la vida de más de un cuarto de millón de indígenas, criollos y mestizos.

La guerra entre hacendados, españoles e indígenas esclavizados se registró hace 176 años, pero se mantiene viva en la memoria de los herederos del movimiento que iniciaron Manuel Antonio Ay de Chichimilá, Jacinto Pat de Tihosuco y Cecilio Chi de Tepich.

«Las personas que habitan estas comunidades donde ocurrió la lucha social sigue hablando la lengua maya, practica sus tradicionales como su forma de vida que se observa en los bordados, sistemas de alimentación y la sagrada milpa o Ich Kol», aseguró Manuel Chan Uicab, periodista independiente y productor bilingüe de La Voz del Gran Pueblo de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

En entrevista exclusiva sobre el 176 aniversario de la Guerra de Castas, comentó que el pueblo maya sigue organizando actividades conmemorativas, preservando sus tradiciones «pero lo más importante es que realiza ceremonias como patrimonio de la memoria».

 Chan Uicab consideró que las autoridades deben «dignificar y respetar a los pueblos mayas respondiendo a sus demandas, brindado servicios de salud, calles pavimentadas, agua potable, pero sobre todo atendiendo la solicitud del pago de indemnización de tierras».

«Llevan muchos años exigiendo a la autoridades locales, estatales y federales que les paguen sus tierras sin éxito, creo que deben atender sus demandas con pertinencia cultural no ellos piensan que es, igual que siempre se ha hecho», explicó.

El productor bilingüe de radio dijo que las autoridades de Quintana Roo anunciaron hoy una millonaria inversión para la reparación de calles y la rehabilitación de un museo, «pero la comunidad maya tiene necesidades más urgentes».

Informó que cada año, las autoridades de Tihosuco realizan viajes al municipio de Felipe Carrillo Puerto para solicitar recursos para las actividades conmemorativas de la Guerra de Castas, «pero al final hacen lo que piensan y no lo que debe ser: involucrar a los habitantes mayas, a los herederos de aquellos que lucharon y dieron su vida por la libertad».

«Creo que es necesario que los recursos destinados al aniversario de la Guerra de Castas se etiquete para que las autoridades organicen actividades de acuerdo con la efeméride, para que los mayas realcen su historia e identidad y así las nuevas generaciones conozcan, cuiden y fortalezcan los logros del

movimiento social», aseveró.

Los habitantes de Tihosuco, Sacalaca, Sabán, Tepich y Kancabchén, Quintana Roo, así como en Chichimilá, Yucatán, cada julio celebran la Guerra de Castas, por en esos sitios que se volvió a repoblar después de la matanza entre indígenas, criollos y mestizos, «está nuestra identidad».

Con tristeza, Chan Uicab admitió que son pocos los jóvenes que conocen la historia del movimiento social maya, «creo que se desconoce lo verdaderamente importante, el significado, causas y las consecuencias que generó esa lucha indígena».

LA CONJURA DE XINUM

Sin embargo, reconoció que el teatro comunitario es una herramienta vital para que se preserven los logros obtenidos en la Guerra de Castas.

«La comunidad busca los medios para recuperar la historia a través de las actividades: ayer en Tihosuo se presentó la obra de teatro comunitario La conjura de Xinum, basado en el libro de Emilio Abreu Gómez, donde se da a conocer cuáles fueron las principales causas y consecuencias y quiénes fueron los protagonistas del movimiento social maya», manifestó.

Finalmente, dijo que el teatro es una buena herramienta para trasmitir la historia de la comunidad maya macehual y actual, heredera de una lucha que cobró más de medio millón de vidas, a cambio de la libertad y recuperación de tierras.